Publicado en "Equipos y Talentos"
Septiembre 2012
La revolución silenciosa de las empresas del siglo XX fue la participación
de la mujer. Y eso es irreversible. Las mujeres, por sus características
personales e innatas, están mejor preparadas para liderar las organizaciones en
el siglo XXI debido a que son mas abiertas, cooperadoras y están enfocadas a la
gente. La invisible dimensión emocional
de las compañías tiene impacto en la organización y en el modelo de negocio. El
peso de las emociones en la productividad y los resultados es importante. La
emoción colectiva empuja el modelo de negocio en la dirección deseada.
Hoy en día la única ventaja competitiva realmente sostenible en las
empresas es tener una estrategia emocional poderosa. Los requerimientos específicos
de las nuevas generaciones de empleados ayudan a las mujeres a mostrar que
poseen valores añadidos como líderes y que tienen la capacidad de cambiar el
estilo de liderazgo de las empresas.
Hay que reconocer que las mujeres, solo por el hecho de serlo, tienen unas
capacidades y habilidades personales,
que hoy en día, son indispensables para el éxito profesional y el desarrollo de
las empresas.
Las mujeres pueden liderar mejor que los hombres, si no son forzadas a
adoptar el estilo masculino y sacrificar sus instintos naturales. La habilidad
innata de las mujeres para ser altruistas, orientadas hacia la gente,
cooperadoras y abiertas, la aversión al riesgo, paciencia, la colaboración, la
participación y la precisión de las mujeres contribuyen a su éxito. Son menos
testarudas que los hombres y su mayor dosis de paciencia e intuición juegan a
su favor.
Las mujeres tienen mayor capacidad y conocimientos para introducir en las
empresas los cambios necesarios en la economía y sociedad actual. Son mas
reflexivas, cuidadosas y consiguen mejores rentabilidades a largo plazo. Además
son mucho mas hábiles con el lenguaje a la hora de expresar sus emociones, los
hombres son mas agresivos por lo que su estilo de gestión es diferente. (Los datos nos dicen que las empresas que
tienen mujeres en niveles directivos obtienen un retorno de la inversión un 35%
superior a las organizaciones que nos las tienen).
Pero la mujer directiva o empresaria de hoy en día, tiene que tener en
cuenta que tener visibilidad es muy importante. La generación de negocio
comienza por la visibilidad. Si eres visible serás creíble y luego rentable. La
mujer trabajadora ha aprendido que los contactos en la red son esenciales. Es
esencial elaborar tu perfil a la perfección para fomentar tu imagen,
promocionar tus conocimientos, habilidades profesionales y transmitir tu
personalidad. Hay que tener presente que tu marca puede construir una imagen de
confianza.
La cuestión es que fabriques una estrategia de gestión de contactos que sea coherente y que potencies tu propia
estrategia personal. Ahora mas que nunca, las mujeres necesitan relacionarse
con otros profesionales para identificar y ampliar su abanico de oportunidades.
Las mujeres que desean desarrollarse profesionalmente deben usar todas las
armas que están a su alcance para que la actual crisis económica no las deje en
el camino. Una de las herramientas clave que puede usar son las redes
profesionales, a diferencia de los hombres, las mujeres trabajadoras crean
redes en primer lugar por motivos sociales o personales y en segundo lugar por
motivos de trabajo.
Las relaciones que entablan las mujeres tanto personal como
profesionalmente son cada vez mas importantes a medida que comienzan a
gestionar sus trayectorias laborales en un entorno complicado.
La cuestión es que fabriques una estrategia de gestión de contactos que sea coherente y que potencie tu propia
estrategia personal. Es importante tener unos canales de comunicación directos.
Internet es una puerta para que las mujeres se desarrollen
profesionalmente. Las redes profesionales se han convertido en un elemento
imprescindible, tanto para encontrar un trabajo en una empresa, para participar en un proyecto, o para convertirse en empresaria.
Es una plataforma profesional perfecta
para la sociedad de futuro.
Una buena empresaria con un buen producto puede sortear la crisis
económica. Son muchas las mujeres que montan su propio negocio para seguir
evolucionando profesionalmente, la mayor parte de ellas con éxito.
Todas tenemos intereses y objetivos comunes y podemos aprender las unas de
las otras para mejorar en nuestro desarrollo personal y profesional.
Sobre todo, hay que mantener actitudes
positivas para enfrentarse a este entorno de incertidumbre laboral que nos ha
tocado vivir, muchas profesionales sin trabajo.
Sé realista y optimista acerca del futuro. No se trata de construir
castillos en el aire, sino de desarrollar una capacidad de análisis del entorno
basado en el realismo positivo sin caer en el dramatismo.
En esta difícil coyuntura económica, para volver al mercado laboral a veces
tienes que retroceder unos pasos y después coger carrerilla. Un salario mas
bajo, un puesto de menor nivel y un trabajo que implique cambio de residencia
son, por este orden, las principales concesiones que están dispuestos a hacer
los profesionales para volver al mercado. Uno tiene que ser flexible en sus
expectativas.
No te lamentes ni busques culpables. Lo deseable es llegar al punto de
inflexión lo antes posible, porque entonces, una vez que has llorado, cuando
empiezas a asumir las responsabilidades de lo que te sucede y pasas del
victimismo al protagonismo, aceptas tu situación y te adaptas a ella. El estar
en un momento puntual sin trabajo es una oportunidad para replantearse la vida.
Define tus prioridades personales y familiares. Perfila objetivos a largo
plazo. Tómate un tiempo para asimilar la situación y no tomes decisiones
drásticas ni precipitadas. Enfoca tu mente en las alternativas posibles y no en
lo perdido. Desarrolla actividades diarias en forma de obligaciones que
sustituyan una jornada laboral. Aprovecha el tiempo y prepárate para el futuro,
estudiando e incorporando habilidades nuevas que te servirán cuando llegue el
momento.
Sé que no es fácil, pero las etapas de crisis deben estar cargadas de
optimismo y de proyectos, de valores sociales, innovación, creatividad, impulso
y coraje.
La mujer que desea ser empresaria o directiva tiene que tener criterios
firmes, persistencia y compromisos con un trabajo de calidad, día tras día.
Todo lo demás será consecuencia.
Elisa Martínez de Miguel